lunes, 11 de diciembre de 2017

XCVII

Si no estoy contigo te estoy esperando,
si no te veo estoy pensando en ti,
cada cosa que hago es más dificil de disfrutar
si no la estoy compartiendo contigo.

Pero cuando nadie me habla te siento cerca,
y en tus brazos me mantienes,
y yo en mi mente te sostengo,
y nos llevamos a donde no podíamos llegar solos.

XCVI

Hoy yo soy el viento,
pero no todo el del mundo,
sino sólo el que te da a ti en la cara
cuando te falta el aire y lo buscas.

Soy barro,
pero no el que te mancha los pies
yo soy el que te sustenta
y el que te da un árbol, uno que es tuyo.

Soy la lluvia,
pero al menos soy la que te limpia el día
y que intenta tocarte, donde estás,
como te tocaron las lágrimas en el río.

Y también soy el Sol,
pero no el Sol para todos, ese no;
yo soy sólo el que calienta tu espalda;
el que te alumbra la Luna, para que nos veas.

XCV

Loco a tu lado,
didiendo "no" a todo lo demás,
buscándote sin saberlo desde hace años,
aquí y en el otro lado del mundo,
por ti me fui y por ti volví,
por ti sufría solo para obligarme a buscarte.

Si no te tengo, si no soy tuyo
¿para qué tanta vuelta?,
haberte sentido cerca para luego tener que renunciar a ti
es volver a la cueva desde el exterior,
y además perder los ojos,
es tener que olvidar mi música,
y además perder las manos.

Y aunque seguirá saliendo y poniéndose el Sol
y se equilibrarán la realidad y el deseo,
también es cierto
que ahora no me perdería ni un minuto de estar contigo,
por nada del mundo,
y que todo lo que creo haber aprendido,
era para disfrutarlo juntos.
Si eso nos aleja
entonces sé que me equivoqué al venir aquí
y al crear este cuerpo.

Nunca quise entrometerme,
nunca quise hacerle daño a nadie,
nunca quise romper nada,
¿pero qué sentido tendría nacer para perderte?

XCIV

Es la escena clave de la obra,
toda Verona está en pie,
Capuletos y Montescos,
ambas familias ya abiertamente enfrentadas,
entre el público se van cerrando los puños,
falta el aire, ni un ruido,
conocen la historia pero aún así siempre se impresionan.

Ella la sabe representar,
y aunque es muy joven
mueve a todo el que la mira.
Él en cambio, y a pesar de su experiencia,
está sufriendo más allá del personaje,
sabe que el sueño está cercano a su fin,
y que ya Julieta perderá la luz
que en los ojos lleva ahora al mirarlo,
sabe que el abrazo detrás de la tela
perderá la sangre que de uno a otro salta
y comparten cuando mil ojos los miran.

-Con este calor que me entrega ahora...
con mi cuerpo entre ella y el puñal
todo lo que me transmite aquí... ¿Y esto no es ella?
Me niego a creerlo, no puede ser,
me ama, me ama, tiene que ser Ella.

"Sólo está actuando"
"Sólo está actuando"
¿¡Pero cómo puede no ver
que yo estoy viviendo,
aquí y más allá del escenario,
que no es Romeo, que soy yo!?

He soñado tu sueño por ti,
hasta hacerlo realidad
ahora soy el sueño,
y fuera de estos versos muero.
Yo no respiro,
sólo te echo de menos,
con un aire que sale a buscarte
y no te encuentra
y que haría cualquier cosa por ti...

-"Pero bueno, chaval, no te engañes, nadie va a venir a salvarte, ¿cuándo te vas a dar cuenta? Era un mal momento, y ya está."

-Sí, ya, lo sé, por eso he despertado
rompiendo el espejo con el cráneo.

domingo, 10 de diciembre de 2017

XCIII

Entonces empecé a soñar que despertaba,
porque haberla conocido ya fue doloroso,
pero no más que haberla tocado,
y no más que haberla tenido.

Sólo podría vivir sosteniéndola entre mis brazos,
no apretarla contra mi pecho me ahogaría,
y la idea de perderla haría incluso amarga su compañía...
Y no habría fin. Esa mierda no se acaba.

Realmente deseaba despertar anciano
un día, aún junto a ella,
y sólo recordar nuestra vida juntos,
todo lo demás no era soportable.