martes, 30 de enero de 2018

C

Me he deshecho buscando la cápsula que he perdido,
me ha enjaulado la distancia
que me separaba de la gente a la que quiero
sin ni siquiera saber que sentir, o si podía acaso sentirlo,
porque parece que nunca dependió de mí.

Una llave por otra llave,
pero eso no quita
que ella fuera lo primero en lo que pensaba al abrir los ojos,
y sus ojos oscuros me acompañaran siempre
antes de cerrar los míos.
Ahora que estoy enfermo
sé que lo peor no es quedarse ciego,
sino hacerlo sin que lo último que viera
fuera mi reflejo en los suyos.

¿Cuánto vale no poder olerte ni tocarte?,
¿cuánto vale no poder abrazarte?
Ojalá al menos hayas visto cuánto te quería,
siento que me lo estoy perdiendo todo.

Mi vida era aquella,
alguien me la ha robado,
y ésta que vivo ahora es la vida de otro.

Hay quien la habría tratado de atar a sí,
pero así habría dejado de ser libre,
y yo lo que amaba era un ser libre.

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