lunes, 11 de febrero de 2013

XLVII

Hay algo entre el sacerdote Nielsen y mi abuelo,
una ex-esposa ojos salvajes...
unos labios apretados suministros,
un francés de placa posterior ennegrecida,
un moro dentista atractivo en el acto
de estado propanol,
castigador de "diabéticos weenie".

La falta de honradez de Nielsen lo delató...
Y es que este audiófilo barbie
creía que el estudiante de intercambio y la parcela
eran configuración de negro burlón.

Pregúntales a ellos, abuelo, son los príncipes de las mudanzas
su problema no puede deshacerse de ese vello,
las cerdas rizadas que
están ahí fuera descubriendo teléfono
la versión actualizada del módem que sangra.

Estás metido en un lío, abuelo,
pero te quiero aunque seas un vicioso.
Sé que no entiendes
lo que es una buena idea cuando su postal sólo engendra un obispo:
finito Vietnam paz

El tobillo lo manejan los lugareños en el cielo.
Nuestros tobillos, el tuyo, el mío, el suyo
el mío.

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