domingo, 15 de abril de 2018

CIII

Detrás de un vidrio tintado nació mi amor,
los colores de la mañana transformaron el local,
el sonido de su voz me dio su forma sin verla,
y mi mundo giró aquel día, entre sus ojos.

En un trocito de cristal guardé ese amor,
y el rojo, el blanco y el castaño fueron los colores de la tarde,
y el aire se hizo de pronto duro al respirar,
porque mi mente ya sólo giraba, detrás de ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario